Lo que empezó como una movilización pacífica por la igualdad y el rechazo a la violencia, en la que participaron más de un Millar de mujeres, terminó en hechos de vandalismo contra la iglesia de San Francisco, el comercio, el sistema de TransMilenio y la Fuerza Pública fueron blanco de los ataques.
Las movilizaciones, que durante la tarde se tomaron la carrera Séptima terminaron en la plaza de Bolívar donde se hizo un concierto y una velatón en memoria de las mujeres que han sido asesinadas.
Fachadas de entidades bancarias, edificios, residencias, centros comerciales, locales comerciales, calles, monumentos y el Capitolio Nacional fueron rayados, rotos o vandalizado de alguna manera.
La lucha legítima de cientos de mujeres fue empañada por algunas radicales que arrasaron con todo a su paso, sin embargo las autoridades policiales no detuvieron a ninguna por estos hechos vandálicos.
A tan solo unas cuadras de la Plaza de Bolívar, la situación se salió de control, varias mujeres arremetieron contra comerciantes, rompieron vitrinas y vidrios de buses de TransMilenio sin importar qué había gente movilizándose o atendiendo su local.
La Secretaría de Gobierno, a través de Twitter, denunció estos graves hechos. “Un grupo de 200 mujeres generan graves afectaciones a la seguridad de quienes a esta hora se movilizan hacia sus hogares, rompiendo estaciones y articulados”.
La alcaldesa mayor de Bogotá, Claudia López, rechazó este comportamiento. “Lamento que marchas pacíficas reivindicando causas de las mujeres, sean aprovechas por unas 30 mujeres absolutamente violentas que agredieron a periodistas, rompieron estaciones de TransMilenio y establecimientos. Eso no es democracia, ni feminismo, es violencia absolutamente inaceptable.”





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