Gobierno ordena intervenir compleja crisis  social y delincuencial en Buenaventura

La reinante  inseguridad, la ola  de  desplazamientos y las  crecientes  extorsiones, nuevamente han puesto a  Buenaventura en el  ojo de  huracán y sus  habitantes exigen  soluciones  inmediatas para  detener  los  asesinatos en medio de la  histórica pobreza y violencia.

En el  puerto sobre  el  Pacífico de Buenaventura se presenta un enfrentamiento de las  bandas  criminales  y  organizaciones  delincuenciales  con la población civil y con la fuerza pública, a su vez existe una disputa por los territorios por parte de los grupos alzados en armas y una constante resistencia de la población afrocolombiana con miras a salvaguardar sus derechos.

La  crisis  social y de  seguridad  ha  sido  nuevamente  puesta  sobre  el  tapete y sus habitantes  alzan su voz  de  protesta  tras  las  condiciones de vida críticas que  se  siguen viviendo  la comunidad negra, mestiza  e  indígena  del  principal  puerto  sobre el  Pacífico.

El desplazamiento forzado que se presenta en el municipio se debe entre otros aspectos, al control de territorios estratégicos por parte de grupos armados ilegales. Varias zonas del país padecen las secuelas de dicho conflicto, no obstante, las reacciones por parte de la población civil frente al desplazamiento forzado, permite establecer particularidades; como la resistencia a permanecer en territorios ancestrales.

La  crisis   de  Buenaventura está compuesta de varias aristas, entre ellas el narcotráfico, la extorsión, la violencia, la falta de servicios públicos, y la ausencia de educación competitiva y de oportunidades laborales, que al final convergen en un mismo punto: la pobreza, han motivo al  gobierno Nacional  ordenar  una  nueva  intervención de  la  fuerza  pública y las  instancias  gubernamentales  para  atender los  aspectos sociales y económicos que  afecta al 99 por ciento de  la  población.

La actividad portuaria en Colombia ha tenido un importante desarrollo a través del tiempo. El avance en los procesos de comercio exterior y logística, ha logrado mayores exigencias en cuanto al nivel de competencia de los mercados mundiales. De la misma forma, la globalización de dichos procesos es un estímulo para los entes portuarios, ya que les exige desarrollar una infraestructura adecuada que incluya un riguroso marco internacional y que cuente con un alto nivel de calidad, llevando a asumir mayores retos y, por lo tanto, un avance significativo de las actividades portuarias.

El 60% del comercio internacional marítimo de Colombia se  mueva  desde y  hacia  Buenaventura, lo que deja un recaudo tributario de más de $4 billones anuales.

Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, la tasa de desempleo se encuentra en el 20,4% (con casi 50% de trabajadores informales), mayor al promedio nacional.

Su zona rural es una inmensa mina de oro y su entorno natural la sitúa como una de las zonas más biodiversas del país. Una poderosa capa vegetal que se extiende hasta el departamento del Chocó y alberga importantes ríos como el Dagua, el Anchicayá, el Calima, el Cajambre, el Yurumanguí, una parte del Naya y otra del San Juan. Es, en pocas palabras, uno de los tesoros naturales del país.

La ciudad cuenta con grandes ventajas competitivas gracias al puerto, pero cabe resaltar que gran parte de estas oportunidades no se aprovechan debido a la problemática social, económica y de seguridad de la zona, que hoy han  motivado  a  sus  habitantes  a  exigir  del Gobierno respuestas inmediatas  a  sus  angustiosos  llamados que los ha llevado  a  protestar  en reiteradas ocasiones.

Buenaventura tiene una actividad logística portuaria que le entrega grandes beneficios económicos al país y a su región con una notable baja  taza  de retorno en  sus  beneficios , pero esto no ha traído avances significativos en el crecimiento de la ciudad, ya que su situación socioeconómica cada vez es peor y la  delincuencia  literalmente  tiene  “sitiada” la  ciudad.

El nivel de desempleo aumenta cada día más, las oportunidades laborales en cargos gerenciales para los nativos nunca han sido las mejores, la infraestructura de la ciudad es deficiente y no se cuenta con un sistema de salud ni de educación necesarios para satisfacer las necesidades de los pobladores.

La segunda población más grande del Valle del Cauca ha sido una ciudad afectada por muchos factores negativos, principalmente la violencia y la pobreza, acciones que afectan las operaciones y el buen funcionamiento del Puerto de Buenaventura.

El enfrentamiento entre  bandas  criminales  al  servicio  de  narcotráfico y otras  actividades ilegales  han  puesto en  riesgo  a sus  pobladores  quienes reclaman del gobierno una  intervención  inmediata  para  intentar  frenar  los  actos  delincuenciales  que  van desde  la  extorsión  a  comerciantes,microtráfico,asaltos a  mano armada y contrabando.

Para  ello desde  el Ministerio de  Defensa  se  ha  ordenado  un  desplazamiento de  toda  la  fuerza  disponible  para  neutralizar  el accionar  de  las  bandas  criminales  e intervenir  con todo el  poder  de  manera  articulada  con  la  Fiscalía los  fenómenos delincuenciales que  azotan al Puerto  de  Buenaventura que de  manera  airada  exige  soluciones  inmediatas  a  su compleja  crisis.

 

 

 

 

 

Redacciòn