Policía Fiscal y Aduanera aprehende más de 460 mil prendas ilegales en Cali

 Hasta una bodega clandestina ubicada en el centro de Cali, llegó la Dirección Seccional de Aduanas de Cali a través de la Policía Fiscal y Aduanera, en coordinación con la Fiscalía 115 local de Cali, luego de varias semanas de labores investigativas y de seguimiento, logrando en las últimas horas hacer efectiva la orden de allanamiento y registro al inmueble, que venía siendo utilizado como centro de acopio de ilegalidad.

En este  sitio las  autoridades  hallaron una  gran cantidad de confecciones y, así mismo, de manera simultánea en vías del centro de la ciudad, lograron aprehender  un total de 462.249 unidades de confecciones,  traídas del continente asiático sin el lleno de los requisitos exigidos por la regulación aduanera; el valor comercial de la mercancía supera los 1.477 millones de pesos.

Durante el operativo, los policías de la POLFA, encontraron que gran parte de las confecciones habían sido etiquetadas como si fueran hechas en Cali-Colombia, sin embargo, su procedencia es China.

Parte de la mercancía fue hallada en una residencia utilizada como bodega, donde se almacenaban en costales las confecciones, logrando establecer que los contrabandistas pretendían inundar el mercado de la capital del Valle del Cauca, con mercancía ilegales sin el pago de  impuestos y perjudicando las  manufacturas  y  confecciones  colombianas.

Uno de los sectores económicos más afectados por esta actividad, según la POLFA, es el de alimentos,  seguido por el sector farmacéutico, hidrocarburos, tabaco, licores, confecciones y aceites, productos que llegan principalmente de los países vecinos e incluso de China.

Según cifras del Gobierno, el contrabando destruye el empleo del país ya que unos 200.000 puestos de trabajo se ven afectados en la industria por este fenómeno. Las pérdidas económicas asociadas a este delito representan casi el 2% del Producto Interno Bruto (PIB) o el 10% de las importaciones que realiza el país.
“El contrabando fomenta una cultura de ilegalidad y se ha convertido en el principal medio de lavado de activos de las organizaciones criminales, por lo que acaba financiando la violencia y el terrorismo”, asegura una  fuente de la  DIAN.

Redacciòn