Dos hechos marcaron la tensión que se vive en el municipio de Caloto luego que indígenas denunciaran que presuntamente 16 semovientes murieron envenenadas en la Hacienda Canaima, La Emperatriz, municipio de Caloto, y responsabilizaron directamente a los ingenios azucareros de la región.
Las autoridades indígenas del norte del departamento del Cauca denunciaron directamente que “Trabajadores al servicio de Incauca, el mayor ingenio productor de azúcar y agrocombustibles de Latinoamérica, entraron en la hacienda Canaima, donde solo hay pasto, y regaron bolas de veneno en un gran lote de potrero”, aseveraron los indígenas en un comunicado.
“Las vacas son nuestras compañeras de lucha escena fue triste, dolorosa. Vacas tiradas, unas muertas, otras agonizando, otras levantándose y cayendo, luchando por sobrevivir. Nos recordó la masacre de El Nilo en 1991, pues estas vacas eran nuestras compañeras de lucha” sentenciaron las autoridades indígenas.
Además, reconocen ser los responsables de la destrucción de 400 hectáreas de caña en esa hacienda, “(…) el monstruo capitalista ya no saca una gota de jugo de caña para su destructiva industria de azúcar y agro combustibles” confesaron.
El sector agroindustrial de la caña de azúcar a través de Asocaña , Procaña y la Sac mediante un comunicado rechazaron y pidieron a las autoridades investigar los últimos hechos de violencia que se presentaron en Caloto y Guachené.
Igualmente se dio a conocer que ante una comisión de la Procuraduría, la Personería y la Alcaldía de Caloto, fueron entregados siete integrantes de la Policía junto a su armamento de dotación que habían sido retenidos por las comunidades indígenas luego de encontrarlos realizando operativos de registro y control en la zona rural donde fueron halladas muertas 16 vacas.
Tras una asamblea efectuada en la Hacienda La Emperatriz, los nativos determinaron entregar a los uniformados, a través de un acta firmada con la presencia de los organismos defensores de derechos humanos.
“Los policías recibieron buen trato, muy distinto a como ellos nos tratan; no somos como ellos, no respondemos como ellos, que nos capturaron y torturaron un compañero”, aseguraron los indígenas.
Los policías fueron detenidos luego de confirmarse la muerte de 16 semovientes en la zona, propiedad de las comunidades. Los indígenas rodearon a los funcionarios para investigar su presunta responsabilidad en el envenenamiento de estos animales.
Cuando se realizaba esa diligencia, este domingo 26 de abril en la vereda La Dominga, municipio de Guachené, se registró un atentado con explosivos que dejó muerto al administrador de la Finca El Oasis y heridos a dos de sus acompañantes.
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