A sus 97 años Ana Polonia González conocida popular y afectuosamente como “Doña Pola” no titubea al sostener que “El instante del nacimiento es lo más bonito en la vida. Dolor y alegría se unen por un momento”, sin duda la más antigua de las parteras en el Norte del Cauca.
Recuerda con la lucidez que la caracteriza y pese a su parcial limitación visual que “ Ufff, ya son más de 2000 seres que he visto y ayudado a nacer, el momento en el que nace el niño, la mamá también nace. La mujer ya existía, pero la madre, nunca. Una madre es algo absolutamente nuevo, que nos llena de pura alegría, a mí como partera y a su familia que espera con ansiedad y nerviosismo este milagro de Dios” afirma «Doña Pola”, la única sobreviviente de mayor longevidad de los habitantes de la calle 15 cerca de la esquina de Palermo, un punto de referencia en Puerto Tejada.
La vida de “Doña Pola” es la más fehaciente prueba que las parteras continúan jugando un importante papel en la salud materna en varios países del mundo, en el Pacífico Colombiano y en el Norte del Cauca ,dado que tienen amplia aceptación en las comunidades, reciben ahora las más jóvenes, capacitación en buenas prácticas y pueden detectar las alteraciones en las madres gestantes.
El pasado 22 de Noviembre por iniciativa de un grupo de mujeres encabezadas por la profesora y cultora Alicia Castillo Lasprilla, se rindió un sentido homenaje a “Doña Pola”, en el que le acompañaron varios hombres y mujeres, quienes tuvieron el privilegio de ser recibidos en este mundo de las manos de esta partera tradicional que con sabiduría sostiene que “Dar a luz y nacer nos lleva hacia la esencia de la creación, donde el ser humano es valeroso e intrépido, y el cuerpo un milagro del creador”.
No es un secreto que las políticas de la salud pública ha priorizado la atención hospitalaria del parto, por lo que el rol de las parteras como mujeres líderes en la comunidad y como proveedores de salud se ha debilitado, pero sin embargo, aún son muchas las mujeres y familias que recurren a ellas, especialmente sin son veteranas en este oficio tradicional.
No se puede desconocer el papel que por décadas pueden jugar las parteras en la reducción de la mortalidad materna para que en el futuro pueda dar el testimonio que representa un conocimiento ancestral que se mantiene activo y vigente a través del oficio de la partería.
En buena hora el Ministerio de Cultura ha declarado “Patrimonio Cultural Inmaterial del ámbito nacional a los Saberes Asociados a la Partería Afro del Pacífico”.
Como “Doña Pola”, existen más de 1.600 parteras en la región pacífica que se dedican a este oficio, el cual ha recibido la aprobación del Consejo Nacional de Patrimonio para ser incluido en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial del país.
Desde esta cartera ministerial se ha construido el Plan Especial de Salvaguardia –PES- de los Saberes Asociados a la Partería Afro del Pacífico, mediante el cual se da cuenta de la existencia de una manifestación cultural viva, que tiene una función social vigente entre las comunidades negras del Pacífico colombiano y que actualmente se encuentra amenazada por factores internos y externos que ponen en riesgo la sostenibilidad de la partería tradicional afropacífica.
“Este es un proceso social y comunitario que hoy el Gobierno reconoce teniendo en cuenta que somos parte de una manifestación con identidad cultural y territorial, con un gran enfoque de género”, señaló Alicia castillo.
“Las parteras cumplen un papel fundamental como facilitadoras de esta práctica, mediante la cual promueven la humanización del parto dentro de una cohesión social que permite el fortalecimiento de los vínculos y valores solidarios que ha caracterizado a las comunidades indígenas, campesinas y afrodescendientes, por ello este reconocimiento a Doña Pola, es apenas un poco del agradecimiento, admiración y cariño que debemos profesarle a quien le canta a la vida” expresó la Profesora Alicia.
Escuchando a “Doña Pola” , quien tuvo 9 hijos, 32 niestos, 30 bisnietos y 2 tataranietos ,nos damos cuenta que la partería es quizá la tradición más antigua de la humanidad, esto teniendo en cuenta que antes de lograr ciertos avances dentro de la ciencia médica, lo partos eran atendidos por mujeres adultas dedicadas a la partería para ayudar a las más jóvenes.
En este sentido homenaje Yurley Tatiana Rodríguez fue una de las mujeres que tuvo el privilegio de venir a este mundo de las manos de Doña Apolonia González por lo que recibió un certificado firmado por su partera
Su papel ha sido fundamental en el nacimiento de más de dos Millares de niños y niñas en Puerto Tejada y el Norte del Cauca, y merece ser celebrado. Porque dar a luz es uno de los momentos más importantes en la vida, este tributo más que merecido es reconocer en su trabajo de ya varias décadas de ayudar ya que “dar a luz debería de ser el logro más grande de las mujeres y no su miedo más grande” precisa “.»Doña Pola”.
“Una sonrisa es el primer paso hacia el corazón de una mujer embarazada” dice “Doña Pola”, quien como ducha partera al ayudar a las mujeres a traer a sus hijos al mundo, adicionalmente, al ejercer este oficio es una son persona conocedora del manejo de las plantas medicinales de cuyo conocimiento sobre ellas, las transforman y las llevan a bebidas tradicionales que hoy merecen hacer parte de una cadena de valor como lo ha sugerido el propio Ministerio de Cultura.
Este ejemplo de “Doña Pola” es una clara muestra que la partería tradicional también debería ser vista como una forma de identidad y de liderazgo familiar y comunitario, para fortalecer dinámicas de crianza de los niños.
Es quizá por ello que “Doña Pola”, insiste en reconocer que “No hay nada tan emocionante como esperar la llegada de un nuevo bebé. A medida que se acerque la fecha del nacimiento, nos emocionamos y deseamos darle bienvenida. Un bebé hace que el amor sea más fuerte, los días más cortos, las noches más largas, los ahorros más pequeños y un hogar más feliz”.
Y tiene razón “Doña Pola”, no se puede comprar la felicidad, la felicidad nace. Un nuevo bebé es como el comienzo de todas las cosas maravillosas; esperanzas, sueños y posibilidades.
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