El fiscal Fabio Augusto Martínez Lugo estaba vinculado a la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales y desde su cargo ordenaba interceptaciones ilegales a cambio de millonarios pagos, según la investigación de la Fiscalía.
“Los elementos materiales probatorios dan cuenta de que el funcionario judicial justificó las interceptaciones con información privilegiada que correspondía a otros procesos”.
Con Martínez Lugo son dos funcionarios de la Fiscalía capturados por la red de “chuzadas” que arrancó en el departamento de Nariño.
Hace tres meses el turno fue para el jefe de la sala Diamante del bunker en Bogotá, José Luis Carlos Gómez, donde se hacen las interceptaciones legales.
De esta manera, Martínez Lugo habría vulnerado la intimidad de los representantes del sindicato de aviadores y del directivo de Enel – Codensa, y constituyó una modalidad ilícita de espionaje corporativo.
La Fiscalía, de acuerdo a lo anunciado por la vicefical María Paulina Riveros Dueñas, encontró que el fiscal Martínez Lugo justificó las interceptaciones con información privilegiada que correspondía a otros procesos investigativos e indujo al error a los jueces de control de garantías que avalaron esos procedimientos.
Martínez Lugo, con una larga trayectoria en el ente investigador, tendría que responder por los delitos de concierto para delinquir, prevaricato por acción, fraude procesal, violación ilícita de comunicaciones y utilización ilícita de comunicaciones.
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