Claman por  más   seguridad en calles  de  Santander de Quilichao

A pesar de los  rigurosos controles de patrullaje y registro que ejerce la Policía Nacional  y el  compromiso institucional sobre el municipio Nortecaucano de  Santander  de  Quilichao,  esta población le pide  a gritos a las autoridades mayor presencia sobre algunos sectores a  fin de  detener el creciente avance  criminal  que  se registra  con alarmantes focos de inseguridad.

Desde  distintos  sectores  de  opinión  y los medios  de  comunicación regionales se ha pedido una  intervención  inmediata que  busquen medidas urgentes para  frenar  la  ola  de  robos, asaltos, atracos, extorsiones  y homicidios que tiene  sumida  la  segunda  ciudad  más importante y estratégica  para  el desarrollo del  departamento.

Ante  lo que  consideran el “desgobierno y  la  falta  del  pronunciamiento oficial de  la  administración local” para  enfrentar  la ola  criminal  que se  ha  apoderado de este  municipio, voceros  comunitarios  y líderes   intenta  llamar  la  atención del gobierno  nacional  para  que  igualmente  se lleve  a  cabo  un alto consejo de  seguridad  que permita  asumir urgentes  medidas con el fin de  “arrebatarle  la  ciudad  a  la delincuencia”.

Dirigentes gremiales  han  reconocido que las instituciones encargadas del orden público “están haciendo su trabajo”, pero falta más “efectividad”. “Las cifras son preocupantes y la Policía debe ajustar sus protocolos para ser más eficientes en la lucha contra la delincuencia. Hace falta más acción”, expresaron.

Los dirigentes, además,  exigieron acciones concretas para combatir la inseguridad en Santander  de  Quilichao y coincidieron en la propuesta de ofrecer sus experiencias a las autoridades para colaborar en la disminución de los índices de criminalidad en la ciudad.

Desde  las  juntas  comunales, también, se hizo un llamado a las autoridades para que refuercen la presencia en las diferentes zonas de la ciudad, a fin de que la percepción de seguridad mejore y las escandalosas cifras disminuyan.

“Qué nos sucede en Santander  de Quilichao donde la inseguridad es cosa de todos los días y nosotros campantes, seguimos conformes como si nada ocurriera. No podemos permitir que esta  hermosa y próspera ciudad quede  en  están  manos de  los  hampones” dijo un reconocido  propietario de un establecimiento  comercial.

“Si nuestras autoridades y nosotros no hacemos esfuerzos para recuperar lo que fuimos, estaremos muy pronto hundidos en el fango, donde respirar libremente ya no será posible” expuso un docente al ser consultado sobre  el tema.

En “La tierra de Oro y de los Samanes” la problemática de transitar con seguridad desde el hogar hacia el trabajo o a la escuela, el temor a ser atacado en su propia residencia, una desconfianza severa en las instituciones responsables de la seguridad pública, pero también el sentido de vulnerabilidades crecientes contra la violencia aparentemente incontrolable, entre otras preocupaciones, obliga a un seguimiento de este  tema que tanto preocupa  a  los  Quilichagüeños.

Mientras la delincuencia, la violencia y otros factores están alcanzando niveles nunca vistos, el asunto de la seguridad –o la inseguridad del ciudadano– se han convertido en un tema constante en el quehacer cotidiano de los pobladores de  Santander  de  Quilichao  e incluso de  quienes  aspiran  en  los  próximos  comicios electorales a  dirigir  los  destinos de la  ciudad.

Aunque el tema se  ha  generalizado por todo el cauca y país, la insensibilidad del Estado de proveer seguridad pública a sus ciudadanos, a través de una policía eficaz e instituciones eficientes, ha resultado en la pérdida de su legitimidad; mientras tanto, la extensión de la violencia se ha desbordado en un clima generalizado de criminalidad.

Mientras desde  el Gobierno Municipal  de  Santander  de  Quilichao  se viene  preparando una  estrategia de  seguridad de  la mano de  la Policía  para hacerle  frente  a  los  factores de  riesgo que  han generado la  actual inseguridad , de acuerdo a  un portavoz oficial,en medio de  la  zozobra, el miedo y la incertidumbre ,sus  habitantes  los  suficientemente  preocupados esperan participar de  alguna  manera  para  reforzar los frentes de seguridad ciudadana en los barrios con el binomio policía-comunidad y despertar el espíritu cívico y la solidaridad como armas primordiales para combatir la impunidad y el delito.

El caso más reciente   de   homicidio  ha  sido  el asesinato de Luis Arturo Serna Ospina, conocido  piscicultor quien fue atacado a bala cuando conducía un vehículo tipo campero en pleno casco urbano de esta  población.

Redacciòn