Centenares de fieles se congregaron este Domingo 31 de Marzo en el Templo Parroquial de la Inmaculada Concepción para compartir oraciones y una emotiva homilía por la unidad de las familias y hogares de esta población Nortecaucana.
El padre Francisco Javier Trujillo Céspedes, párroco convocó a esta concurrida jornada en la que se reflexionó sobre el papel de las familias en el bienestar de las comunidades y pilar fundamental de la sociedad en la vivencia de los principios y valores.
El sacerdote Diocesano en este Cuarto Domingo de Cuaresma a pocos quince días de la Semana Mayor recordó en su mensaje pastoral el papel de la familia nacida del amor y el compromiso de un hombre y una mujer es insustituible en el proceso educativo.
“En la familia las personas son queridas por sí mismas y no por lo que tienen o hacen, por eso mientras existan personas existirá la familia. Porque en ella el hombre aprende a amar, aprende a ser hijo y hermano. En la familia es donde se decide la futura actitud social de un hombre y también su actitud religiosa. En la familia se aprende a tratar a los otros, no como cosas, sino como a personas. En la familia se aprende a dar amor, porque se recibe amor” manifestó el Padre Francisco Javier Trujillo Céspedes en su homilía.
El religioso fue enfático en pedir para que en Puerto Tejada se reconstruya el tejido social desde la familia, en los hogares pues según manifestó “Nuestra sociedad necesita una sólida política familiar. Es en la familia donde se previenen tantos problemas como quienes por desgracia cae en la drogadicción, el alcoholismo y la prostitución y sus consecuencias. Una sociedad formada por familias fuertes es una sociedad de personas más libres, responsables y solidarias y por tanto una sociedad mejor” dijo Trujillo Céspedes.
El padre Francisco Javier en el rezo de la Coronilla de la Divina Misericordia recordó que esta devoción es un instrumento contra la violencia y el rencor.
Leidy Obando, misionera de Dulce Corazón de María invitada a este encuentro en su prédica sostuvo que “La familia es una comunidad de amor, originada por el amor mutuo de los padres y por la decisión que ellos libremente tomaron el día de su boda. Es una comunidad formada por varias personas, padres e hijos, que se relacionan todos entre sí” y por ello invitó a que el diálogo sea fundamental a la hora de estrechar lazos y mantener una relación de confianza y cariño con tus hijos. “Les hace sentirse seguros y valorados” Concluyó.
“El diálogo es una de las costumbres que jamás se debe perder en una familia. Hay que intentar fomentarlo y promoverlo todos los días. El diálogo debe ser un hábito diario entre todos porque favorece valores importantes como la comunicación, la tolerancia de los demás y la capacidad de admitir errores entre otros conflictos cotidianos”, manifestó la misionera.
Fotos: Glora Inés López Orduy
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