En Bogotá y las principales capitales de los colombianos elevaron sus voces por las víctimas.

Este domingo, cuatro días después del atentado, miles de ciudadanos en Bogotá y en las principales capitales de Colombia marcharon, primero, como forma de apoyo a la Policía Nacional y los familiares de las víctimas y heridos, y, segundo, como acto de rechazo ante la violencia y el terrorismo.

La movilización fue convocada por varios colectivos, sectores políticos y líderes ciudadanos, y contó con el apoyo de las autoridades y del Gobierno Nacional. Tras las manifestaciones hubo una misa en la Catedral Primada, en el corazón de Bogotá, por las víctimas del atentado.

Miles de colombianos salieron a las calles sin importar sus posiciones políticas en apoyo a las familias de los cadetes que fallecieron en el atentado de la Escuela General Santander. Pero también lo hicieron rechazando el asesinato de líderes sociales.

Los homicidios aumentan, las denuncias no tienen eco, y nadie ha podido aún parar el desangre que vive el país. Entre los grupos de víctimas identificados por las autoridades hay abogados de derechos humanos, lideres LGBTI, afrodescendientes, políticos, sindicales campesinos e indígenas.

Presidente llama a permanecer unidos

«Estamos convocados aquí para demostrar que a la hora de enfrentar el terror no reconocemos diferencias ideológicas, ni de partido. Todos somos Colombia cuando la violencia irracional ataca nuestra juventud, todos somos Colombia cuando la barbarie quiere chantajearnos y someternos, todos somos Colombia cuando el terrorismo busca arrebatarnos la esperanza y todos somos y seremos Colombia para derrotarlo», dijo Duque.

Hoy Colombia rechaza la violencia y le dice al mundo que Colombia unida es invencible, dijo el Presidente Duque al participar en el acto que se cumplió en la Plaza de Bolívar en memoria de los cadetes víctimas del terrorismo.

El presidente Iván Duque llegó a marchar este domingo junto a su esposa María Juliana. Aseguró que su propósito es «pedir por las familias» de los cadetes que murieron en el atentado y por quienes resultaron heridos. «(Vinimos) a rendir homenaje a la Colombia que no quiere más violencia, que se quiere construir en la paz con legalidad«, dijo el mandatario, quien se encontraba junto a la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez y la ministra de Trabajo, Alicia Arango. Duque también aseguró que como padre de familia siente «mucho dolor» y tiene el «corazón arrugado» por las víctimas.

El presidente Iván Duque invitó, al final de la ceremonia religiosa, a rechazar y derrotar la violencia. «Rechazamos el uso del terrorismo como chantaje, y el uso de la violencia como mecanismo de presión a la sociedad (…) no nos doblegaremos jamás», añadió.

Aunque la asistencia en las regiones fue más bien escasa, la manifestación en contra del terrorismo no se limitó únicamente a las ciudades principales.

Además de marchas, en algunos municipios, como es el caso de Buenaventura y Chigorodó (en el Urabá Antioqueño), la comunidad convocó una velatón.

En  la  capital del  Cauca  pocos  marchantes  pero  con  mensajes solidarios para  con  las  víctimas  del  terrorismo  y  la  institución  policial.

En el Parque Bolívar de Santa Marta, los samarios hicieron un plantón al que asistió José Rada, padre de Yamit Rada, uno de los patrulleros que falleció en el atentado contra la estación de Policía San José de Barranquilla hace un año.

Él también hizo un llamado a la unidad nacional y al cese del terrorismo: “Nos solidarizamos con las familias del atentado en Bogotá. No queremos más derramamiento de sangre. En nombre mío y de mi familia, ya los perdonamos, queremos que haya una reconciliación. Nos estamos matando entre nosotros mismos”.

La desmovilizada guerrilla consideró que la marcha tiene un carácter político y no está de acuerdo con la ruptura de las negociaciones con el ELN. Durante la convención nacional de ese movimiento, el presidente de esa colectividad, Rodrigo Londoño, le solicitó al presidente Iván Duque continuar con los diálogos para evitar el recrudecimiento de la violencia en las regiones.

“Lamentablemente, dolorosamente, pero también inevitablemente, es lo que sucederá. Evitémosle eso a Colombia, a sus hijos, a sus madres y padres. No precipite usted la guerra total. Se lo decimos nosotros, que logramos sacar a buena parte de nuestros compatriotas del infierno. Presidente, siempre será mejor la paz que la guerra. Cuente con nosotros para la primera», dijo Londoño.

Aunque la gran mayoría de líderes políticos del país se unieron a las distintas manifestaciones contra el atentado, el senador y ex candidato a la presidencia Gustavo Petro no hizo presencia. Su fórmula presidencial, Ángela Robledo, asistió desde muy temprano a la marcha, pero el líder de la Colombia Humana se abstuvo a participar, en parte, por la decisión del presidente Iván Duque de cerrar definitivamente las puertas al diálogo con el ELN. Así lo hizo saber en un trino: “La decisión de acabar los procesos de paz matará más policías, más soldados, más colombianos. No puedo acompañar a Duque en este propósito. Todo para la paz, nada para la guerra”.

A su decisión de no marchar, se unió el senador Gustavo Bolívar quién lanzó unas fuertes declaraciones: “Usan los muertos para levantar imagen de Uribe, Duque y NHM, en el piso antes del vil atentado (…) Qué vergüenza y qué asco una marcha donde las mayorías griten #UribeColombiaEstáContigo mientras los padres de los cadetes lloran a sus hijos”.

Este 20 de enero será recordado como el día en que sin distingo político los líderes de Colombia salieron a marchar por una misma causa: el rechazo a la violencia y la solidaridad con las víctimas.

El presidente Iván Duque se unió a la iniciativa cívica, y así también lo hicieron sus aliados y contradictores, como el expresidente Andrés Pastrana -quien lo apoyó en su decisión de exigirles cuentas al ELN, y el expresidente Juan Manuel Santos, quien continuó en su propósito de no incidir en la política y dio un mensaje de unión. También recorrieron las calles con camisetas blancas el senador del Polo Jorge Enrique Robledo, los exalcaldes de Medellín Sergio Fajardo y Alonso Salazar.

 

 

Redacciòn