Se trata de José Aldemar Rojas Rodríguez, quien ingresó a las instalaciones de la institución sobre las 9:30 de la mañana. Su última actividad registra en Arauca, en donde le realizó la última revisión tecnicomecánica al vehículo en el que se movilizaba.
Rojas Rodríguez,nació en Puerto Boyacá, tenía 56 años y le faltaba su mano derecha. Fuentes consultadas aseguran que tocó las puertas del Espacio Territorial de Capacitación de Arauca pidiendo ingreso al proceso de paz con las FARC, sin embargo, no fue reconocido.
Un dato que llama poderosamente la atención es que a sus 56 años, Rojas tramitó su licencia de conducción en febrero del 2018, cuatro meses antes de comprar la camioneta gris que detonó este jueves.
Según los registros del vehículo, hace aproximadamente dos años la camioneta salió de Antioquia hacía Arauca cuando cambió de dueño. La adquirió el comerciante Wilson Arébalo Hernández en La Primavera, Arauquita, que a su vez la vendió a José Aldemar Rojas. Las últimas dos revisiones técnico mecánicas se registran en Arauca.
Rojas era oriundo de Puerto Boyacá, aunque los registros dan cuenta de la expedición de su cédula de ciudadanía en Honda (Tolima). En este registro queda constancia de que su lugar de residencia es Cubaral, en Boyacá, y que le falta su mano derecha.
Las autoridades avanzan en las investigaciones para determinar el perfil de este hombre, que primero se habría llevado a un agente de la policía por delante, para poder ingresar su carro con violencia a las instalaciones de la Escuela. Estando dentro del vehículo, detonó la poderosa carga explosiva que cobró la vida de diez personas.
José Aldemar Rojas, el supuesto autor material del atentado, llegó a la puerta sur de la Escuela General Santander a las 9:30 de la mañana. Intentó ingresar en una camioneta Nissan Patrol, modelo 1993, sin levantar sospecha.
Pero un perro antiexplosivos detectó los 80 kilos de pentolita que llevaba adentro. El conductor, al verse descubierto, aceleró y arrolló a un guardia, que habría quedado muy malherido. Dos policías lo persiguieron hasta que se chocó contra un edificio. El carro se movió alrededor 200 metros hasta el edificio donde duermen las mujeres que adelantan los cursos. Allí estalló y su poderosa carga desató la tragedia.
José Aldemar Rojas Rodríguez fue señalado por el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, como el hombre que entró a la Escuela de Cadetes a bordo de una camioneta Nissan Patrol gris, modelo 1993.
El presidente Iván Duque se trasladó hasta la Escuela de Cadetes de la Policía General Santander, donde se perpetró el atentado terrosista.
Luego del atentado terrorista perpetrado contra la Escuela de Cadetes de Policía General Santander, que deja como saldo hasta el momento 10 víctimas mortales y más de 80 heridos, el presidente de la República, Iván Duque, se trasladó hasta el lugar de los hechos, en compañía de la cúpula militar, desde donde fueron entregados mayores detalles sobre la situación.
Según las versiones entregadas por la Fiscalía, el autor material del ataque está plenamente identificado. Se trata de José Aldemar Rojas Rodríguez quien, según informó el jefe del ente acusador, Néstor Humberto Martínez, ingresó a las instalaciones de la institución sobre las 9:30 de la mañana en una camioneta gris. «Su bitácora en el RUT demuestra que su último acto ante las autoridades de trásntio se llevó a cabo en la ciudad de Arauca, con ocasión de la revisión ténicomecánica que se efectuó el 27 de julio de 2018», agregó Martínez.
Una camioneta Nissan Patrol modelo 93, de placas LAF 565, fue el vehículo que ingresó a la Escuela General Santander y que, minutos después, explosionó.
El fiscal general confirmó que las pesquisas judiciales para esclarecer este atentado ya arrancaron, al agregar que el primer reporte de los explosivistas del organismo investigativo indican que el vehículo estaba cargado con unos 80 kilos de pentolita, un explosivo de alto poder destructivo que resulta de la mezcla de resultado de TNT y pentrita. Así como suele usarse en implementos militares —como las ojivas—, se utiliza también, por ejemplo, en la elaboración de minas antipersonal improvisadas.
Entre tanto, el presidente Duque anunció que dio la orden inmediata a la Fuerza Pública para que despliegue todas las capcidades de inteligencia y determine «quiénes son los responsables de este cobarde ataque y prevengan cualquier acción criminal».
Diez personas muertas y 83 más heridas deja entonces la explosión este jueves en la mañana de un carro bomba en el campo de paradas de la Escuela de Cadetes General Santander, en el sur de Bogotá.
Las personas heridas han sido trasladadas a diferentes centros asistenciales de la siguiente manera: ocho al Hospital el Tunal, tres al Centro Policlínico del Olaya, dos al Hospital de Kennedy, 28 al Hospital de la Policía, dos al Hospital Militar y 41 a la Clínica de Occidente.
En el lugar se presentó caos vial y conmoción entre los vecinos del sector a consecuencia del impacto de la detonación.
Una vez identificado la persona que ingresó el vehículo cargado de explosivos a esta institución de formación policial, la primera hipótesis que se maneja indica que se trató de un atentado terrorista en el que el sujeto identificado que conducía el vehículo ingresó abruptamente por la entrada sur, violando los protocolos de seguridad de la guardia, y se estrelló contra uno de los bloques de campo de paradas dentro de la escuela. Al, parecer todo indica entonces que esta persona se inmoló, pues sabía de la carga explosiva que transportaba en el automotor.
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