En Colombia les dicen veteranos a los futbolistas de más de 30 años. Viejos quisieran decir algunos, pero el lenguaje periodístico no permite el uso de ese término en transmisiones o crónicas. Tampoco los protagonistas se atreven a usarlo: “somos experimentados, nosotros los de más de 30, el jugador maduro”, se autonombran.
El pasado domingo el emblemático jugador aficionado protagonista de múltiples torneos y copas futboleras a nivel regional y en representación del equipo El Granada, James “El Muerto” Candelo, anunció ante la Patrulla Deportiva de La Suprema FM en entrevista con Jhon Eduar Moreno Noriega y Sergio Díaz que deja de ser activo como futbolista.
El futbolista desde los 13 años comenzó a jugar en la Copa La Amistad durante 28 años consecutivos y considera que ya cumplió su ciclo en esta clase de competencias futboleras ganándose el respeto y la admiración de miles de aficionados que cada año se congregan en la “Monumental” de Periconegro al sur de Puerto Tejada.
La vida laboral de un futbolista profesional puede durar, si bien le va, 15 años. Ahora la gran mayoría de ellos empieza a jugar con un sueldo decente que le permita vivir y mantener a su familia, a los 20 años. Durante los próximos 10 años se encuentra la etapa más productiva de su carrera. Los últimos cinco años regularmente suelen ser los más difíciles laboralmente hablando.
El cuerpo ya empieza a cobrarles las facturas de tantos partidos y viajes. El sistema que premia mucho a la juventud los empieza a presionar. Las jóvenes promesas que vienen empujando por un lugar en los equipos los obliga a aceptar sueldos cada vez más bajos.
Pero en el caso del James “El Muerto” Candelo reconocido por la afición Portejadeña por su brillante participación en torneos como La Copa Amistad, decir adiós a las canchas: tan difícil como «prepararse para morir», pues el momento preciso para que un jugador se retire no solo tiene que ver con la edad, y en todo caso, deben estar mentalizados para ello.
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