Las actividades deportivas también forman parte del cerrado paisaje de las prisiones. Sin embargo, escasea el conocimiento sobre el papel que desempeñan en la vida cotidiana de las cárceles.
El director del Imder Puerto Tejada, Profesor Néstor Jaime Cambindo Carabalí, ha querido compartir con los reclusos privados de la libertad del Centro penitenciario de Puerto Tejada, organizando actividades deportivas, jornadas dirigidas a comprender los significados que el ejercicio físico y el deporte tiene para los internos.
“Esta motivación puede contribuir mostrar resultados que de alguna manera indiquen que la reinserción mediante estas prácticas es una sana ilusión, a pesar de ser la finalidad oficial de la reclusión” señaló Cambindo Carabalí.
El director del ente deportivo de Puerto Tejada considera que entre la población carcelaria se puede ayudar a conseguir entre ellos el potencial educativo y talento atlético-deportivo ligado al autocontrol y, sobre todo, el entretenimiento y la compensación para ocupar el tiempo, huir del hastío y sobrellevar los problemas del encierro.
“El ejercicio y el deporte en un centro penitenciario pueden llegar a tener un papel de “evasión” simbólica y liberación personal, aunque los presos viven atenazados por un contexto en el que prima el orden y el control por encima de todo», expresó el funcionario.
Es por ello que se seguirá apoyando algunas prácticas deportivas y recreativas en coordinación de las directivas y guardianes del Inpec ya que a través del deporte parte del estrés que se genera en prisión se logra evitar generando además integración y convivencia entre los reclusos.
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