Colombia recibió la imagen peregrina de Nuestra Señora de Fátima

Cientos de creyentes asistieron a la ceremonia de bienvenida que se realizó en el Santuario del Señor de la Misericordia.

 

Alrededor de las 6:30 de la tarde aterrizó en Colombia el avión desde Madrid que traía consigo la imagen peregrina de Nuestra Señora de Fátima. La Virgen fue escoltada por la Policía Nacional desde el aeropuerto El Dorado hasta el Santuario del Señor de la Misericordia ubicado en el barrio Castilla en Bogotá.

Al llegar al Santuario, la Santísima Virgen fue recibida con honores militares y por cientos de creyentes, en su mayoría vestidos de blanco, que llevaron velas y flores para homenajearla. Varios de los creyentes asistentes aseguraron que este acontecimiento es tan importante como la visita del Santo Padre y que traerá muchas bendiciones para Colombia.

Por otro lado, Ana Bolívar, Coordinadora The Rosary Run Bogotá, manifestó que la última vez que esta la Virgen de Fátima vino a Colombia fue en 1955. “Luego de 63 años vuelve a Colombia por la iniciativa de un grupo de laicos y sacerdotes que querían tenerla en el país. El grupo promotor de la Visita se ha llamado ‘Misión Fátima Colombia’ y su director espiritual es el Padre Said León Amaya, provincial de los Padres dominicos en Colombia”.

La imagen peregrina de Nuestra Señora de Fátima estará en Colombia hasta el mes de Noviembre y luego partirá nuevamente hacia Portugal.

El 13 de mayo la Iglesia Católica celebra a nuestra Madre del Cielo bajo esta conocida advocación.

– Las apariciones de Nuestra Señora.

El 13 de mayo de 1917, hacia el mediodía, se apareció Nuestra Señora por vez primera a tres pastorcillos –Lucía, Jacinta y Francisco-, que habían llevado sus ovejas a pastar a una hondonada cubierta de carrascas y de olivos que los lugareños conocían con el nombre de Cova de Iría .

La Virgen pidió a los niños que acudieran a aquel mismo lugar el día trece de cada mes, durante seis meses consecutivos.

El mensaje que les irá desgranando la Señora es un mensaje de penitencia por los pecados que cada día se cometen, el rezo del Santo Rosario por esta misma intención y la consagración del mundo a su Inmaculado Corazón. En cada aparición, la dulce Señora insiste en el rezo diario del Rosario, y les enseña una oración para que la repitan muchas veces, ofreciendo sus obras y en especial pequeñas mortificaciones y sacrificios: ¡Oh Jesús!…, por tu amor, por la conversión de los pecadores y en reparación de las ofensas hechas al Inmaculado Corazón de María.

En agosto, la Virgen prometió un signo público, visible por todos, como prueba de la veracidad de estos mensajes. En cada aparición, la Virgen alentaba a los niños a que rezaran por la conversión de los pecadores, ofreciendo sacrificios y rezando el Santo Rosario.

El 13 de octubre, tuvo lugar el llamado prodigio del sol. Decenas de miles de personas, presentes en Cova de Iría, fueron testigos de este hecho extraordinario; incluso fue visto por quienes estaban a muchos kilómetros del lugar de las apariciones. Nuestra Señora declaró entonces a los niños que era la Virgen del Rosario. También les dijo: «Es preciso que los hombres se enmienden, que pidan perdón de sus pecados…Que no ofendan más a Nuestro Señor, que ya es demasiado ofendido».

El Papa Juan Pablo II, recordando su peregrinación a Fátima, donde acudió «con el Rosario en la mano, el nombre de María en los labios y el canto de la misericordia en el corazón, para dar gracias a Nuestra Señora por haber salido con vida del atentado sufrido el año anterior, señalaba que «las apariciones de Fátima, comprobadas por signos extraordinarios, en 1917, forman como un punto de referencia y de irradiación para nuestro siglo.

María, Nuestra Madre celestial, vino para sacudir las conciencias, para iluminar el auténtico significado de la vida, para estimular a la conversión del pecado y al fervor espiritual, para inflamar las almas de amor a Dios y de caridad hacia el prójimo. María vino a socorrernos, porque muchos, por desgracia, no quieren acoger la invitación del Hijo de Dios para volver a la casa del Padre.

«Desde su santuario de Fátima, María renueva todavía hoy su materna y apremiante petición: la conversión a la Verdad y a la Gracia; la vida de los sacramentos, especialmente la Penitencia y la Eucaristía, y la devoción a su Corazón Inmaculado, acompañado por el espíritu de penitencia», sostuvo  el sacerdote Jesús Hernán Orjuela, más conocido por todos como «El Padre Chucho»

Hoy podemos preguntarnos cómo va nuestra correspondencia a las frecuentes inspiraciones del Espíritu Santo para que purifiquemos el alma, especialmente en la Confesión sacramental, cómo reparamos por los pecados personales pasados y por los de todos los hombres, cómo rezamos el Santo Rosario -especialmente en este mes de mayo-, poniendo «intenciones ambiciosas», pidiendo que muchos amigos y compañeros se acerquen de nuevo a Cristo, recorriendo con humildad el camino de vuelta del hijo pródigo.

 

– La Virgen pide penitencia por los pecados de los hombres. «El mensaje de Fátima es, en su núcleo fundamental, una llamada a la conversión y a la penitencia, como en el Evangelio (…)». La Señora del mensaje parecía leer con una perspicacia especial los signos de los tiempos, los signos de nuestro tiempo.

«La llamada a la penitencia es una llamada maternal; y, a la vez, es enérgica y hecha con decisión» . Hoy, en nuestra oración, nos llega esta voz a la vez dulce y fuerte de la Virgen, que apremia, como dirigida personalmente a cada uno de nosotros.

A lo largo de todo el Evangelio resuenan las palabras arrepentíos y haced penitencia . Jesús comenzará su misión pidiendo penitencia: haced penitencia, porque está cerca el Reino de los Cielos . Esta palabra significa la conversión del pecador, y designa todo un conjunto de actos interiores y exteriores dirigidos a reparar el pecado cometido .

 

Redacciòn