La cruz como parte inseparable del misterio pascual que incluye pasión, muerte y resurrección en el marco del Viernes Santo en el Templo Parroquial del Espíritu Santo que atiende los barrios y la zona rural del Norte de Puerto Tejada, celebró la solemne adoración a la Santa Cruz.
“Los católicos profesamos que Cristo ha muerto por nuestros pecados y ha resucitado glorioso. El crucifijo en ninguna manera niega la resurrección sino que manifiesta la seriedad de nuestros pecados y el amor infinito con que Cristo murió salvarnos” dijo el padre Fredy Jojoa Urbano, párroco del Espíritu Santo.
El Presbítero explicó que La Cruz, es mencionada explícitamente 29 veces en el Nuevo Testamento. “Muchas más veces se refiere a ella sin usar la palabra exacta. No es el madero en su sentido material en lo que ponemos nuestro corazón sino en Jesús que por nosotros colgó de él. El es quién nos atrae” sostuvo Jojoa Urbano.
En la celebración de la Pasión del Señor del Viernes Santo, en efecto, hay un momento litúrgico en que los fieles pasan a «adorar» la cruz; y lo hacen arrodillándose ante ella, con una simple inclinación de cabeza, o también lo pueden hacer besándola.
En esta ceremonia el religioso Diocesano anunció que “Lo que besamos místicamente o queremos besar es la cruz que entró en contacto directo con el cuerpo de Cristo; y para esto nos valemos, a manera de puente, de la cruz que nos presentamos a los feligreses este Viernes Santo. Lo que adoramos pues es la cruz de Cristo que forma una unidad con Él al estar su cruz impregnada de su sangre preciosa; no podemos separar a Cristo de su cruz en la redención” aclaró.
“Y si no podemos separar a la cruz de Cristo y de la obra redentora, tampoco podemos separar al cristiano de la cruz. Jesús nos pide cargar la cruz, es por esto que no se concibe a un cristiano sin cruz” concluyó el Padre Fredy Jojoa.
En este acto del Viernes Santo organizado por los integrantes del SINE Sistema Integral de Nueva Evangelización de la Parroquia del Espíritu Santo de Puerto Tejada ,se demostró que los cristianos siempre hemos tenido la Cruz como signo del amor y poder de Cristo. Ello sumado a que hay amplia evidencia que desde los primeros siglos se levantaban cruces como signo de la fe en Cristo.
Gersaín Sandoval de la comunidad de fieles de esta Parroquia manifestó que” Contemplar el crucifijo es un acto de fe. Nos inspira a tener la misma actitud que Cristo, que se humilló y obedeció hasta la muerte, incluso hasta la muerte por crucifixión.”
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