Este jueves Santo se celebró la última cena y también el día del sacerdote, para conmemorar la institución de estos dos sacramentos: la Eucaristía y el Orden Sacerdotal.
Es por eso que en el Templo Parroquial de Cristo Rey que atiende los barrios y la zona rural del sur de Puerto Tejada, el padre Nelson García presidió el acto religioso tradicional de lavar los pies de doce personas quiénes representan a los apóstoles.
El Párroco resaltó que también en este día, Cristo nos dejó un mandamiento nuevo: “Amaos los unos a los otros así como yo los he amado”.
La comunidad de fieles concurrida al Templo Parroquial reconocieron la Labor Pastoral que viene desarrollado el presbítero al igual de quienes en Puerto Tejada predican el sacerdocio al servicio de Cristo y de su Iglesia ,el cual es participación del único Sumo Sacerdote Jesús de Nazareth.
El Padre Nelson Darío García explicó a los Feligreses que “El lavatorio de los pies representa aquello que constituye el sentido de la vida entera de Jesús: el levantarse de la mesa, el despojarse de las vestiduras de gloria, el inclinarse hacia nosotros en el misterio del perdón, el servicio de la vida y de la muerte humanas”.
“La vida y la muerte de Jesús no están la una al lado de la otra; únicamente en la muerte de Jesús se manifiesta la sustancia y el verdadero contenido de su vida. Vida y muerte se hacen transparentes y revelan el acto de amor que llega hasta el extremo, un amor infinito, que es el único lavatorio verdadero del hombre, el único lavatorio capaz de prepararle para la comunión con Dios, es decir, capaz de hacerle libre” señaló el padre García.
En su homilía de Jueves santo el párroco del Templo de Cristo Rey resaltó que “El Lavado de los pies no es una demostración de humildad, porque no se puede ser humilde esporádicamente, la humildad forma parte del ser. Jesús emplea un lenguaje en su actitud para enseñarnos lo que debemos hacer y cómo hacerlo”.
“Jesús se despojó de su Divinidad para servirnos- para enseñarnos – no porque se sintiera obligado sino solamente por amor- y se despojó de su Divinidad para no ser reconocido por esa razón- sino para ser reconocido por su actitud durante toda su vida como hombre” expresó en sacerdote Nelson García.
Dijo además que este pasaje de Semana Santa Jesús lo hizo para no ser honrado por ser Dios, sino para ser honrado por su infinito amor, por su humildad que es parte del amor, por su sabiduría que es parte del amor, por su entrega en favor de los que menos tienen, porque forma parte del amor.
“Luego de cumplir su misión de «lavarnos los pies » de inclinarse ante todos nosotros siendo Dios, se puso otra vez el manto, es decir recobró su Divinidad y se fue con Dios – y todos sabemos como ocurrió su partida, con todos los dolores del parto. Pero eso ya es cosa del pasado, Jesús resucito y está entre nosotros, ya pasó los dolores, – ahora es tiempo del banquete, no te lamentes por la muerte de quien está más vivo que nosotros” Concluyó el Padre Nelson.
Fotos: Gloria Inés López Orduy






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