Los Caucanos y Colombianos este 11 de Marzo tenemos en las urnas un gran compromiso con la democracia, que se traduce en una apuesta por el futuro del país y nuestras regiones así como las nuevas generaciones.
Recordemos que el voto es un derecho, un deber y una obligación. Desde que cumplimos la mayoría de edad, podemos ejercerlo. Éste nos da la oportunidad de hacernos escuchar y expresar nuestras opiniones, sugerencias e inconformidades. Votar es, sin duda, una de las decisiones más importantes que puede tener un ciudadano, por lo que debemos ser conscientes de la enorme responsabilidad que es ejercer el voto.
Elegir el nuevo legislativo por los próximos años es el reto que debemos asumir con toda la entereza del caso. Como queden las nuevas fuerzas políticas y el mapa de los congresistas va ser determinante en las presidenciales de mayo y junio en cuyas jornadas elegiremos el próximo mandatario de todos los colombianos.
Votar consiste en brindar apoyo a una propuesta o por un candidato en forma anónima y confesa y es por ello que la importancia del voto radica en que es un recurso para definir los caminos a seguir por parte de una comunidad, incluidos todos los grupos representativos de ciudadanos que tienen derecho a participar en el máximo escenario de la democracia.
Antes de ir a votar debemos cuestionarnos sobre las necesidades y deseos que tenemos y de ahí partir para investigar cuál candidato, partido o propuesta es la mejor opción para la situación actual del país y nuestros pueblos.
En el caso de los Nortecaucanos y caucanos deberíamos votar por quienes han venido haciendo la tarea legislativa y el control político a las leyes y acciones gubernamentales, sabiendo que ir a votar no significa pertenecer a un partido político o tener una actitud de rigurosa disciplina partidista, simplemente es un acto de libre participación ciudadana que ejercemos de acuerdo a nuestros ideales.
Por otra parte, votar nos hace partícipes en las decisiones que toman los líderes regionales y nacionales, por lo que es esencial estar informados sobre las propuestas que ofrece cada partido o candidato, reflexionar sobre lo que nos conviene más y votar por quien creamos es la mejor opción. Así es como ejercemos nuestros derechos y nos aseguramos de que nadie decida por nosotros. También considero que es importante investigar el pasado de los candidatos, así conoceremos más su perfil y sabremos si logrará cumplir sus propuestas.
Al Congreso merece llegar o volver gente muy buena que está como aspirante y ya ha mostrado sus ejecutorias como gobernantes o congresistas.
Sin participación electoral el país se suicida, democráticamente hablando. Los derechos y las oportunidades alcanzadas se desvalorizan; la voluntad de unos pocos se impone a la de muchos y es aquí donde palabras como “injusticia”, “abuso” o “indignación”, en bocas de quienes no votaron, se vuelven huecas y parte de un monólogo sin sentido.
Este acto cívico nos hace partícipes del sistema y sin duda nos convierte en dueños de nuestro futuro; es la manifestación intrínseca de la voluntad y de los anhelos personales que nada tiene que ver con pertenecer a un determinado partido o alianza política.
Votar es hoy un derecho, una importante responsabilidad y, teniendo en cuenta la historia, también un privilegio.
Por: Luis Barrera
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