La inseguridad ciudadana es el problema más preocupante para la gente de Puerto Tejada y el Cauca, convirtiéndose en el tema obligado a esbozar por quienes aspiran a una curul en el legislativo o a gobernar a Colombia en los próximos años.
De igual manera Alcaldes y Gobernador tienen en su agenda la inquietante y creciente inseguridad especialmente en sectores urbanos, pues ya forma parte de las preocupaciones cotidianas y del debate público, entre ciudadanos que se convierten en víctimas por el accionar de la delincuencia en todas sus modalidades criminales.
La seguridad ciudadana es un derecho, un bien común que se articula mediante la acción integrada que desarrolla el Estado, con la colaboración de la ciudadanía y de otras organizaciones públicas como la fuerza pública, especialmente por la Policía Nacional que debe actuar con mayor diligencia con resultados en su permanente combate y lucha por la conquista de la tranquilidad y convivencia ciudadana.
En poblaciones como Puerto Tejada al Norte del Cauca, la percepción y la realidad de inseguridad está creciendo preocupantemente y requiere de políticas públicas integrales que den respuestas adecuadas.
En este contexto, los problemas de seguridad ciudadana, hoy en día, forman parte de la agenda pública del gobierno local que preside Tobías Balanta Murillo al igual en otras poblaciones vecinas como Villarica, Guachené, Caloto, Corinto y Santander de Quilichao, en donde la inseguridad se convirtió en el mayor “dolor de cabeza” para los gobernantes.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de seguridad ciudadana?. El concepto de seguridad ciudadana está relacionado con los derechos humanos vinculados a la vida, la integridad física, psíquica y moral de las personas y su patrimonio; responde a la necesidad de estar libres de temor y amenazas que están consignadas claramente en la Constitución, leyes y códigos, así como en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de las Naciones Unidas.
Durante muchos años hemos sido testigos y a la vez víctimas de actos delictivos, en nuestro municipio, donde podemos observar el nivel delincuencial que existe, y la inseguridad de nuestras calles son cada vez más constantes y mayores, por lo tanto muchos de nosotros nos vemos afectados ante esta inseguridad provocando la inestabilidad de existencia y muchas veces algunos se ven equivocadamente obligados a tomar la justica con sus propias manos, es una reacción al no sentir la protección que nos corresponde, es esta la inseguridad que estamos viviendo, un conjunto de temores y la complicada convivencia dentro de esta situación.
Pese a los esfuerzos y acciones concretas de las autoridades para la prevención de la comisión de delitos y faltas, la erradicación de la violencia urbana generada por las pandillas y la utilización pacífica de las vías y espacios públicos, así como la contribución a la convivencia pacífica, la verdad es que desafortunadamente la inseguridad actualmente se está generalizando por todos los sectores de la ciudad.
Esto debido a múltiples factores socio-económicos-cultural, lo cual trae como consecuencia la delincuencia en sus diferentes modalidades, como homicidios, hurtos, extorsiones, lesiones, exposición a peligro o abandono de Personas en Peligro, atracos, tráfico de alucinógenos entre otros.
Ilícitos todos ellos que conllevan al incumplimiento de las leyes; que atentan contra la seguridad de las personas y el patrimonio público y privado.
El problema social de la inseguridad ciudadana en el caso de Puerto Tejada y otras poblaciones del Norte del cauca específicamente, se ve reflejada por varios factores , primero la familia, muchos hogares disfuncionales con padre ausentes ,es el reflejo de que el niño o adolescente tome su propia vida uniéndose a personas de mal vivir, el ausentismo de estos padres hacen que estas personas busquen el camino malo como son las drogas, las malas juntas y la delincuencia, en segundo lugar, el complejo entorno social , en tercer lugar la escuela, la oferta de la pésima calidad educativa y en ultimo pero nada alentador es la falta de oportunidades que no se le dan a estas personas, es por eso que se sienten seres sin futuro, sin proyectos y crean en su personalidad antisocial que conlleva a cometer crímenes y toda clase de vejámenes.
Pero prevenir antes que lamentar es tarea también de los gobiernos. La seguridad ciudadana al ser como un bien común debe ser tenida como una prioridad para buscar soluciones de manera articulada entre las autoridades para el desarrollo del libre ejercicio de los derechos y garantías individuales y colectivas, de todos los habitantes.
La pobreza, el maltrato, los valores, el estilo de convivencia que existe en el medio y las relaciones personales, situación familiar, el grado de exclusiones, falta de oportunidades a los jóvenes y la falta de empleo, son factores que determinan si el nivel de seguridad es estable o crítico a la hora de tomar las medidas correctas para la solución de este inquietante flagelo, que algunos optaron como estilo de vida por caer en el facilismo y la zanganería permanente.
Debe estar conectado para enviar un comentario.