En cuanto a cómo están las cosas en la ciudad, el 67 % piensa que están empeorando y solo el 27 % dice que mejoran.
La positiva evolución de la imagen del Alcalde se refleja en un momento esencial de su gobierno, teniendo en cuenta un posible ‘revolcón’ en su gabinete, y una serie de conflictos ciudadanos que ha venido sobrellevando.
Este miércoles pidió la renuncia protocolaria a todos los miembros de su administración, justo un día después de la dimisión del director del Dagma, Luis Alfonso Rodríguez, y del secretario de Turismo, Alejandro Vásquez.
Además, durante los últimos días, Armitage ha tenido que atajar críticas ciudadanas con asuntos polémicos, como los controles a vidrios polarizados en vehículos; la construcción de la Terminal del sur del MÍO, rechazada por los habitantes del Valle del Lili; y las acusaciones en su contra por presuntos términos ‘racistas’.
Toro sostiene nivel de aprobación
En tanto, la gestión de la gobernadora Dilian Francisca Toro es aprobada por 45 %. Hace dos meses era del 44 %. El 47 % la desaprueba.
Resto del país
Los recientes escándalos de corrupción que se han destapado en el país y que involucran a políticos, exmagistrados de la Corte Suprema, exfuncionarios y empresarios —por los sobornos de Odebrecht y en la Corte Suprema de Justicia—, al igual que la economía son los temas que más preocupan a los colombianos hoy por hoy.
Eso es lo que refleja la encuesta bimestral de Gallup Colombia, en la que el 89 % de las personas consultadas considera que la corrupción en los últimos dos meses ha empeorado y solo el 6 % piensa que ha mejorado.
En el caso de la economía, el lento crecimiento de este sector y la reciente reforma tributaria con el aumento del IVA del 16 % al 19 % también ha afectado la percepción y el bolsillo de los colombianos.
Es así como el 83 % de los encuestados cree que la economía está empeorando, mientras el 11 % considera que mejora.
Para el politólogo Luis Felipe Barrera, la saturación de la agenda pública con los escándalos de corrupción de Odebrecht y en la cúpula de la Rama Judicial han arrasado con la credibilidad de las tres ramas del poder público. “Esto ha disparado el escepticismo de la ciudadanía hacia la clase política y las instituciones. Esta realidad ha ahondado el rechazo del ciudadano de a pie y terminó posicionando a la corrupción como la principal enfermedad del sistema político, incluso por encima del enfriamiento de la economía”.
El analista agrega que es preocupante ese nivel de escepticismo que lleva a que el debate electoral se degrade más y perfile opciones populistas, radicales y antisistema que prometan barrer con la corrupción. “Un riesgo muy grande para la estabilidad de las instituciones democráticas”.
EL PAIS
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