Provenientes de varios municipios Nortecaucanos se cumplió la caravana de solidaridad para con los pueblos del Pacífico Colombiano, especialmente con las comunidades de Buenaventura y El Chocó como ejes principales de una protesta social que tiene prácticamente todo el Litoral Pacífico.
En Puerto Tejada, Villarica, Guachené y Quintero en Caloto se escucharon voces y las bocinas de los automóviles y motos, que acompañaron este recorrido en un logro por transmitir expresiones de solidaridad para con las luchas reivindicatorias de estas olvidadas regiones.
Los organizadores de esta movilización dieron a conocer en cada uno de los sitios que visitaron como por ejemplo “Buenaventura es un municipio de contrastes: cuenta con condiciones favorables para su desarrollo, pero la calidad de vida de sus habitantes sigue estando entre las más atrasadas del país”.
El Notario de Santander de Quilichao el abogado Juan Carlos Ramos Domínguez oriundo de Villarica señaló que apoyaba las peticiones de las gentes del Chocó, Buenaventura y demás zonas del Pacífico porque no es justo que “las principales potencialidades de estas zonas que pueden resumirse en la riqueza de recursos hídricos y naturales (posibilidad de desarrollar actividades de pesca, extracción de madera y de recursos minerales). Además, su ubicación resulta estratégica para el comercio exterior, lo que se suma a la infraestructura portuaria existente. En estas comunidades en buena hora estén emergiendo organizaciones de la sociedad civil con capacidad suficiente para exigirle a las autoridades y al Estado –en muchos sentidos ausente- cambios en pro de su bienestar”.
Al manifestar el apoyo espontáneo a las protestas de los habitantes de Buenaventura y el Chocó, se dio a conocer como éstas poblaciones son de contrastes: cuenta con condiciones favorables para su desarrollo, pero la calidad de vida de sus habitantes sigue estando entre las más atrasadas del país.
Mientras en el Norte del Cauca se realizaba esta convocatoria la gravedad de la situación contrasta con la precariedad de los remedios que se están proponiendo entre el gobierno y los organizadores de los paros cívicos.
En el largo plazo, se necesitan por supuesto estrategias que mejoren la calidad de vida de la población. Entre ellas se encuentran el aumento de acceso a los servicios públicos domiciliarios, a la salud, la educación y el empleo aprovechando las potencialidades en la explotación de recursos naturales y en actividades portuarias. Además, se deben formalizar y asegurar los derechos de propiedad sobre la tierra.
Sólo con políticas coherentes Buenaventura podrá salir del atolladero. Este es el momento ideal para darse la vuelta: realizar una intervención integral en el puerto y promover un desarrollo incluyente que pase de ser de espaldas a la ciudadanía a promover el bienestar de todos los ciudadanos.
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