Adrián Ramos abrió su cuenta goleadora en la Liga Santander de España, el delantero colombiano nacido en Villarica al Norte del Cauca anotó dos goles en el triunfo parcial 4-1 del Granada ante el Real Betis.
Cuatro partidos como titular debió esperar el atacante ex Borussia Dortmund para estrenarse en las redes en el fútbol español y de paso llegar a su tanto número 86 en Europa.
El Granada saltó este viernes al campo de Los Cármenes a jugar con 11 futbolistas de 11 nacionalidades diferentes. La alineación titular del equipo andaluz, que se ha enfrentado al Betis, la ha compuesto Ochoa (México), Foulquier (Francia), Hongla (Camerún), Ingason (Islandia), G. Silva (Uruguay), Héctor (España), Uche Agbo (Nigeria), Pereira (Brasil), Carcela (Marruecos), Wakaso (Ghana) y Adrián Ramos (Colombia).
Gran triunfo del Granada de Ramos, que por fin vivió una noche de alegría y dio sentido a una planificación extraña. Pues de extraña, al menos, debe calificarse la confección de un plantel que provocó que Lucas Alcaraz alineara ante el Betis a 11 futbolistas de distintas nacionalidades, un registro en la historia del fútbol español.
A pesar de la rareza, el invento le salió bien al Granada, que borró a un Betis infame, incapaz de competir. Un equipo muerto sin su alma, Dani Ceballos, que acumula cinco partidos sin ganar y ofrece sensaciones preocupantes en vísperas de recibir al Sevilla.
Todo fueron noticias positivas para el Granada. La fuerza de Wakaso en el centro del campo, el buen partido del joven Hongla en la defensa, la calidad de Carcela y los primeros goles del colombiano Adrián Ramos en la Liga. Savia nueva en busca de la permanencia, que, a pesar de todo lo vivido, queda ahora solo a dos puntos. Y el Leganés visita el Camp Nou.
El Betis, por su parte, fue un alma en pena. Perdido en una mediocridad absoluta, se convirtió en un juguete en manos de un Granada que venía muy tocado. Ahora le llega el derbi y demostró estar en un momento preocupante. La Liga se le puede hacer muy larga a un grupo al que Víctor apenas ha sabido revitalizar. Su mensaje y sus ideas parecen ya muy caducos. Como sideral es la distancia que separa a su masa social de las prestaciones deportivas de sus futbolistas.
Como resultado, respiró el Granada con un triunfo revitalizador. Llegó cuando pocos lo esperaban. Después de una fuerte derrota en Eibar, con el alma competitiva por los suelos y casi un imposible por delante. Claro, que los de Lucas Alcaraz se encontraron con un Betis que cuajó una actuación que rozó el ridículo. No tiene explicación lógica lo que hizo el conjunto verdiblanco en el derbi regional.
Sencillamente, no quiso competir, menospreció a su rival provocando las ausencias de Pezzella y Dani Ceballos, pensando en el derbi, y jugó sin tensión un encuentro de Primera División. Una actuación que no se corresponde con lo que debe ofrecer un conjunto profesional. Ante un panorama tan agradable, el Granada, que empezó tímido, se fue creciendo ante la apatía del Betis. Un error de Álex Alegría en el control provocó el robo de Wakaso, que debutaba
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