ONU desaprueba celebración de año nuevo entre verificadores y Farc en zona veredal

Este lunes después de que la agencia de noticias Efe publicara un polémico video que muestra a integrantes del frente 59 de las Farc celebrar la víspera de año nuevo junto con miembros de verificación de la Organización de las Naciones Unidas, ONU,  la entidad explicó que el comportamiento de los verificadores fue «inapropiado e imparcial». Al parecer la fiesta se celebró en cercanías de Conejo, un caserío del municipio de Fonseca ubicado en el departamento de La Guajira.

La agencia de noticias dijo que el festejo incluyó una cena con cerdo, gallina, buñuelos, dulces y chocolates así como baile al son de música tropical, y que además “los guerrilleros celebraron en el norte del país la Nochevieja con la certeza de que sería la última vez que estarían en el monte con el fusil al hombro”.

Para  los  voceros de  las Farc esta  fue  una  celebración con  motivo de  la Pascua  de  Navidad y que resultaba apenas normal  y  obvia «la rumba»  con los  invitados  internacionales para festejar momentos anteriores a  la entrega de  las  armas  y desmovilización  del grupo  insurgente  cuyo proceso está en  marcha.

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Luego de la polémica que se ha desatado en torno a un vídeo que muestra la fiesta de fin de año del bloque 59 de las Farc en el corregimiento de Conejo, Guajira, la misma organización guerrillera emitió un comunicado en el que califican el hecho de compartir baile con la ONU de ‘histórico’.

Según la guerrilla, se ha armado ‘show mediático‘, cuando en realidad, debería existir alegría porque ya no hay balas, sino pasos de baile.

Colombia sigue atrapada en la narrativa de la guerra. Es decir, en la narrativa de la desconfianza y la negación del otro.

Así quedó demostrado con el escándalo de la semana: cuatro oficiales pertenecientes a la misión de verificación de la ONU fueron “pillados” por una cámara mientras bailaban con personas de las Farc durante los festejos de nochevieja, en la zona de preagrupamiento de Conejo, en La Guajira.

Esa  es  la «doble moral»  y la «mojigatería» que lamentablemente  el mismo gobierno  hace  eco de  sus  críticos en un tema  que no significa sino lo que somos  los  colombianos que «todo lo volvemos fiesta», como si la paz  fuera solamente  una  «guachafita» propia de  la época de  año nuevo en que mientras  el país  se  derrumba todo mundo se  va  de rumba.

Redacciòn