Las autoridades investigan el asesinato y presunto abuso sexual de una menor de 7 años que fue hallada en un apartamento del barrio Nueva Granada (Chapinero).
Informaciones señalan que al parecer la menor procendente del departamento del Cauca con su familia fue raptada en una lujosa camioneta, en el barrio Bosque Calderón Tejada, y trasladada a un apartamento del barrio Nueva Granada, en la localidad de Chapinero.
Varios vecinos del sector, quienes señalaron que la menor estaba jugando al frente de su casa en el barrio, cuando una persona que se movilizaba en una camioneta de color gris la abordó y la subió al vehículo, y desde ese momento no se volvió a saber de su paradero.
Las autoridades de policía han establecido que pasadas las 8 p. m. de este domingo, un hombre, quien al parecer manejaba el vehículo gris, llegó hasta la clínica Navarra del norte de la ciudad, presuntamente para ser atendido por una sobredosis de cocaína. El paciente que ingresó por Urgencias del centro asistencial sería un reconocido arquitecto de 38 años de edad.
Desde la clínica, el sujeto habría llamado a un familiar y le contó lo sucedido. El allegado fue con las autoridades hasta el apartamento y allí encontraron a la menor sin vida.
Juvecio Samboní, padre de la menor, e origen caucano manifestó que el hombre se detuvo en el carro, llamó a la niña y le preguntó por algo, luego la jaló de las manos y la subió a la camioneta. «No alcanzamos a detenerlo», relató otro vecino.
La pequeña, que junto a su familia provenía del departamento del Cauca de un sector rural de Bolívar, estudiaba en el colegio Simón Rodríguez, donde cursaba primero de primaria; le sobrevive una hermanita de tres años.
Entre tanto, la madre de la víctima tuvo que ser internada en el Hospital Santa Clara (centro de la ciudad) por el impacto emocional que le causó el hecho de violencia.
El general Hoover Penilla, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, confirmó que el cuerpo sin vida de la menor sí fue hallado dentro del apartamento. “Las autoridades están a la espera de los resultados que arroje el Instituto de Medicina Legal, sobre las causas de la muerte de la menor”, agregó el oficial, quien además señaló que «En este momento no tiene orden de captura, está bajo custodia».
En medio del estupor y el rechazo por la muerte de una menor de siete años en Bogotá –quien fue hallada con aparentes signos de tortura y violencia sexual en un apartamento del norte de la ciudad.
La madre de la menor tuvo que ser internada en el Hospital Santa Clara luego de conocidos los hechos, que involucran al arquitecto Rafael Uribe Noguera, de 38 años, en cuya vivienda fue encontrada la menor. El sujeto, sobre quien aún no pesa orden de captura, permanece internado en la Clínica Vascular Navarra tras una aparente sobredosis de alucinógenos.
“En el proceso no se permitirán argumentos como que el presunto responsable no era capaz de determinar sus acciones. Hay estudios que indican que la cocaína no impide la ocurrencia de hechos de este calibre”, agregó la abogada Isabel Agatón quien, no obstante, insistió en que Uribe Noguera aún se encuentra en calidad de presunto responsable.
El Distrito, a través de la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia, anunció que apoyará a las autoridades en su trabajo de investigación para aportar las pruebas necesarias que permitan judicializar al responsable de la muerte de la niña. También convocó a una concentración pacífica de rechazo de este hecho y de toda clase de violencia que atente contra la integridad de la niñez colombiana. La convocatoria será en el Parque de Lourdes a partir de las 6:00 de la tarde de este lunes.
¿Quién es Rafael Uribe Noguera, el supuesto responsable del crimen?
La menor de siete años fue reportada como desaparecida este 4 de diciembre, luego de que fuera raptada por un sujeto a bordo de una lujosa camioneta gris mientras se encontraba en el barrio Bosque Calderón, de la localidad de Chapinero. Según las primeras versiones, quien manejaba ese vehículo era el arquitecto Rafael Uribe Noguera.
Precisamente, el cuerpo sin vida de la niña fue hallado en un apartamento del edificio Equus66 en Chapinero Alto,construido por la firma familiar de Uribe y donde éste residía alternamente.
Según ha trascendido, el hermano del supuesto agresor fue el primero en llegar al apartamento tras el crimen. Una vez allí, optó por trasladar a su hermano a un centro asistencial dado que presentaba una aparente sobredosis por consumo de cocaína.
Rafael Uribe Noguera, de 38 años, es miembro de una prestante familia capitalina. Bachiller del Gimnasio Moderno (1996), donde lo recuerdan por haber sido jefe de la banda de guerra, y arquitecto de la Universidad Javeriana (2003), donde algunos mencionan que tuvo líos por el posible plagio de su tesis. Actualmente trabaja en la empresa familiar Lascaux construcciones SAS.
Rafael vivía en un apartamento de Chapinero Alto (carrera 1ª con calle 68), pero tenía acceso a otro apartamento de la familia, donde encontraron el cadáver de Yuliana Samboní.
Los que han conocido a Uribe Noguera lo describen como jovial, educado, fiestero, buen deportista. Amante a su bicicleta. Sin embargo, también como alguien mujeriego, celoso, montador, bebedor…
Una “caspa”, “con tendencias delincuenciales”, como se dijo en otros medios. La familia Uribe Noguera sabía de su problema con las drogas y el alcohol. Solía perderse “durante días”.
Es hijo de Rafael Uribe Rivera, quien fue prestigiosos decano de la facultad de Arquitectura de la Universidad Javeriana, y de María Isabel Noguera, representante legal de la empresa Lascaux Construcciones SAS.
Sus hermanos son el abogado Francisco Uribe Noguera, socio de la prestigiosa firma Brigard & Urrutia, y Catalina Uribe Noguera. La Fiscalía investiga a personas cercanas al procesado, quienes posiblemente le ayudaron a alterar la escena del crimen.
El general Hoover Penilla, comandante de la Policía de Bogotá, dijo este lunes que el supuesto responsable se encuentra recluido en un centro asistencial por una crisis y aún no hay orden de captura en su contra, pero sí está bajo custodia y en proceso de judicialización: “Queremos tener toda la claridad y precisión para que no haya vicios de forma que pueda usar a su favor”, explicó el comandante de la Policía de Bogotá.
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