
Un sabor agridulce dejó el XI Festival Mundial de Salsa de Cali que el domingo, tras una jornada final de más de seis horas, proclamó a los nuevos campeones en competencia de parejas On1, Cabaret, Estilo Caleño, Grupos Cabaret y Ensamble, en las modalidades amateur, profesional y élite.

Luz Adriana Betancourth, secretaria de Cultura y Turismo de Cali, dice que este año se acertó en la organización, la consolidación del espacio Ciudadela de la Salsa (en los parqueaderos de la Plaza de Toros), la nómina artística, la presencia de jurados internacionales y el nivel de los concursantes “con presentaciones impecables, que motivaron que directores de encuentros mundiales de salsa en Atlanta y Puerto Rico inviten a nuestros bailarines”.

Y de nuevo se criticó el hecho de que se llame Mundial y no vengan a bailar parejas de otras latitudes, aunque este año a la final llegaron bailarines de Ecuador. “El Festival sí es Mundial porque representantes de encuentros de México, Estados Unidos y Puerto Rico vienen a ver nuestros bailarines, la meta es entrar en ese circuito para que así como ellos llevan bailarines de Cali, otros vengan a la ciudad”.
La funcionaria reconoció que se falló en varios aspectos. “No nos fue bien en la convocatoria del público, fallamos en el hecho de que tuvimos una divulgación escasa, nuestra parte publicitaria no era muy fuerte; y creemos que hubo un error en la selección de la fecha, con Amor y Amistad y Futsal. Nuestro día más triste fue el sábado por la baja asistencia, claramente nadie celebra Amor y Amistad viendo Mundial de Salsa”, dijo Betancourth.
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