Aunque no es nada nuevo la actividad que se puso al descubierto por las autoridades de policía en este conocido sector del centro de la capital Vallecaucana, su dimensión sorprendió tras comprobarse la cantidad de partes y repuestos que presuntamente robados estaban en este depósito.
Las toneladas de autopartes robadas que la Policía recuperó en la mañana de este martes estaban almacenadas en una chatarrería del barrio Sucre , en el centro de Cali.
Farolas, puertas, parachoques, guardafangos, todo tipo de repuestos para automotor permanecían arrumados en lo más parecido a un cementerio de vehículos.
En el operativo, realizado por la Sijín y la Estructura de Apoyo de la Fiscalía, también fueron detenidas doce personas, quienes integrarían toda la cadena operativa de esta red criminal. “La estructura fue desmantelada. Cayeron desde los ‘jaladores’, (encargados de cometer los hurtos) los distribuidores y hasta el jefe de la banda”, señaló un investigador.
En total fueron capturados dos ‘jaladores’, cinco desguazadores, un transportador, tres compradores, dentro de los cuales se encuentra una persona residente en Bogotá, y el cabecilla principal.
En estos locales había puertas secretas, detrás de las cuáles se escondían la mayor cantidad de partes robadas, “A decir verdad, esas bodegas parecían laberintos”, comentó un policía que participó del operativo.
Las chatarrería, donde se almacenaban las autopartes para su posterior comercialización, estaban ubicada en la Carrera 14 con Calle 16.
Desde allí eran repartidas en locales dedicados a la venta de repuestos en la Calle 16, y en el barrio Restrepo de Bogotá. Esta empresa fachada ubicada en la Calle 16, considerada la zona de mayor venta de autopartes de segunda en Cali, era manejada por una de las personas capturadas en el operativo.
“Mandaban la mercancía hacia Bogotá a través de una conocida empresa de envíos. Compraban grandes lotes de autos siniestrados y mezclaban las piezas robadas para sacarlas de Cali sin problemas”, dijo el investigador.
La banda que estaba detrás de este negocio se hacía llamar los ‘Cruguer’ y según la Policía delinquían en la ciudad desde hace cinco años. “Robaban, como mínimo, cuatro o cinco vehículos al día, lo que les representaba una ganancia de $1.500 millones al mes”, dijo el comandante de la Policía de Cali, general Nelson Ramírez. Las autoridades aseguran que los delincuentes actuaban en los barrios Municipal, La Flora, La Rivera, Alfonso López, Sucre, El Guabal, El Limonar y El Lido. “Perseguían principalmente vehículos que sirvieran para convertir a taxi. También iban detrás de carros Kia, Hyundai y Chevrolet, marcas populares en el mercado”, señaló el investigador.
Las labores de inteligencia adelantadas por la Policía y la Fiscalía, que duraron 24 meses, determinaron que los hurtos a vehículos cometidos por esta banda se realizaron mediante la modalidad de ‘jalado’, que consiste en robar carros mientras estos están parqueados. La zona de la ciudad más afectada es la Comuna 17, en el sur.
Según la Policía, los delincuentes utilizaban llaves maestras o controles universales para abrir los vehículos.
“Una vez robados, eran conducidos hasta el Distrito de Aguablanca donde los recibían los desguazadores, encargados de ‘desguazar’ el vehículo”, señaló el investigador quien también comentó que las autopartes llegaban hasta los centros de acopio en el barrio Sucre a bordo de pequeños camiones de trasteo o en ‘zorras’.
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