La llegada masiva de ecuatorianos para actividades comerciales en el departamento de Nariño no se detendrá con el solo llamado que ha realizado el presidente ecuatoriano Rafael Correa, así lo analiza el presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Pasto Fidel Díaz Terán.

 El dirigente gremial aseguró que la realidad económica de la frontera es otra y que las medidas policías no serán suficientes puesto que la ventaja cambiaria les permite a los ecuatorianos adquirir tecnología y bienes de consumo final a un tercio de los costos que pagarían en su país.

Agregó que el fenómeno anteriormente se daba en sentido contrario con los colombianos que acudían a compras en Ecuador. En la actualidad se tiene un promedio de 10.300 vehículos ecuatorianos que semanalmente ingresan a Nariño a través del puente internacional de Rumichaca para actividades de turismo, adquisición de productos de todo tipo y servicios principalmente en Ipiales y Pasto.

Con calculadora en mano, Pepe Ayala, transforma de pesos a dólares el precio que se muestra frente a sus ojos. En segundos su rostro pasa de la sorpresa a la incredulidad. Se toma la cabeza. No lo puede creer. “Este televisor cuesta en Ecuador unos USD 2 400, aquí me sale casi a la mitad”, dice este quiteño de 46 años.

El hombre se abre paso con dificultad en uno de los almacenes ubicados en el centro de Ipiales, Colombia. Es sábado, día de “superdescuentos”, y el sitio está repleto de ecuatorianos que, como él, buscan un televisor de alta definición.

Este local es uno de los más grandes de la ciudad. Expende víveres, ropa y aparatos electrónicos, pero los televisores son los que se llevan toda la atención. Una de las perchas, de unos tres metros de largo, muestra las cajas de las pantallas planas, una junto a otra, como si se tratara de cartones de leche en un supermercado. Unos pasos más allá, sobre las mesas, las pantallas se exhiben en todos sus tamaños.