Cada 8 de septiembre, la Iglesia en el mundo conmemora la Natividad de María como una forma de resaltar la figura de aquella bienaventurada mujer, escogida por Dios, que llevaría en su vientre al Salvador del mundo.
En unidad a esta fiesta, cada año la parroquia de San Esteban de Caloto, Ciudad Confederada situada en al Norte del Cauca, celebra a la Niña María, quien es la patrona de la comunidad parroquial.
La autoridades Eclesiásticas de la Arquidiócesis de Popayán, en cabeza de su Obispo Monseñor Iván Antonio Marín López ha señalado que la fiesta del natalicio de la Madre de Dios «es una oportunidad que se presenta para que todos los fieles y devotos expresen su sentir cristiano, reafirmando su fe en Cristo como su Salvador y en María como Madre de Dios y Madre nuestra».
Igualmente, el sacerdote Diocesano Francsico Javier Hurtado Urbano dijo que la conmemoración se convierte, además, en un espacio religiosos que debe ser aprovechado «para que, a través de María Santísima, muchas familias, esposos, jóvenes, niños y niñas vuelvan a Dios y sientan que Él camina con nosotros».
Para festejar y resaltar la infancia de María, la comunidad parroquial viene desarrollando una serie de actividades desde el pasado domingo 30 de agosto, como el Rosario de Aurora -que se realiza durante la semana a las 5:00 de la mañana-, eucaristías en honor a la Niña María, en la que han participado diferentes instituciones del municipio colombiano, y la novena en homenaje al nacimiento de la Madre de Dios.
Para este año se tiene previsto que en horas de la mañana del martes 8 de septiembre se lleve a cabo la tradicional procesión con la guardia indígena hasta el Templete, situado en el parque principal de Caloto, a donde fue trasladada la imagen de la Niña María.
Allí, se llevará a cabo una solemne Eucaristía presidida por Monseñor Iván Antonio Marín López, Arzobispo de Popayán con la presencia de las autoridades locales e invitados especiales como el Alcalde de Cali Rodrigo Guerrero.
En la tarde, en una ceremonia especial, serán bendecidos y consagrados a María los niños y niñas del municipio colombiano.
El Nacimiento de María
A diferencia de otras figuras bíblicas, como Juan el Bautista, el nacimiento e infancia de María no aparece en las sagradas escrituras. Lo que se sabe de sus primeros años emerge de varias tradiciones antiguas, siendo de las más conocidas la que procede del protoevangelio de Santiago, escrito aproximadamente en el año 150, en el que se habla de la concepción milagrosa de María -aquella escogida desde la eternidad para ser la madre de Dios y quien fue concebida sin pecado original -, de sus padres Ana y Joaquín, y de su infancia.
Sobre la fiesta de su natalicio, se afirma que ésta ya era conocida en el siglo VI y fue instituida para el 8 de septiembre, en el día en el que se da inicio al año litúrgico bizantino. Asimismo, se afirma que esta fiesta empezó a celebrarse en oriente en el siglo VII.
Las plegarias y visita al templo de la Niña María de Caloto son como “hitos que orientan el caminar de los hijos de Dios por este mundo hacia la casa del Padre”, nos explica el padre Diocesano Diego Armando Tejada.
Sin negar el sentido específico de los motivos particulares que tienen los devotos de esta advocación mariana, sostiene Monseñor Iván Antonio Marín López, arzobispo de Popayán, “La peregrinación a la Niña María de Caloto, posee un alma humana y cristiana. Cuando queda debilitada o desaparece esta alma, la peregrinación pierde su significado y su llamada a despertar o desperezar el espíritu, su capacidad fraternizadora de hombres y de pueblos. Sin alma el camino se hace inerte.”
El templo de la Niña María de Caloto ha sido querido por siempre y en todas sus celebraciones signos de amor a la madre Dios, su irrupción en la historia de esta región ha demostrado con los años que las personas devotas acuden con una disposición abierta al encuentro con Dios desde su sencillez, desde sus tradiciones y desde su formación cristiana.
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