Una menor murió en mina antipersona en Buenos Aires, Cauca
Hacia la 1.30 de la tarde una menor de edad de 7 años identificada como Ingrit Yaneri Güejía Guetio murió al pisar una mina antipersona cerca a la Escuela de la vereda Agua Clara del corregimiento del Ceral confirmó el defensor del Pueblo del Cauca Mauricio Redondo Valencia.
El cuerpo sin vida de la niña fue traslado a la morgue de Medicina legal en Santander de Quilichao para la necropsia de rigor. En el percance habrían sido heridos otros tres menores que están siendo evaluados en el hospital del corregimiento de Timba.
El funcionario de la Defensoría del Pueblo Regional Cauca señaló que esta confirmación fue posible gracias a que una comisión de la entidad estaba muy cerca del sector rural del Municipio de Buenos Aires en la vereda La Esperanza en donde fueron asesinados 11 Militares por un grupo insurgente.
“El artefacto había sido abandonado en una Institución educativa a la que asisten 76 alumnos desde preescolar hasta Quinto de primaria” confirmó Redondo valencia a la emisora PROCLAMA RADIO de Santander de Quilichao.
Según información recopilada por la Defensoría del Pueblo, una ambulancia de la localidad de Timba salió hacia el lugar de los hechos a la 1:45, pero según la comunidad, la menor de edad falleció antes de las 2 de la tarde por la gravedad de sus heridas.
Tras el fallecimiento de una menor de siete años en el municipio de Buenos Aires (Cauca) –luego de accionar una mina antipersonal abandonada en inmediaciones a una escuela veredal– el presidente Juan Manuel Santos lamentó el hecho e indicó que por situaciones de este tipo, es necesario acelerar la implementación del programa de desminado humanitario.
Ingrit Yaneri Güejía Guetio pisó el artefacto explosivo en el camino de herradura.
“Quedó viva y quería hablar”, dijo la rectora Luz Dary Pérez de estar escuela rural de Buenos Aires. La Docente recordó ver a Ingrit con las rodillas quebradas y parte del abdomen en el suelo. Tenía siete años, cursaba segundo de primaria y murió en los brazos de su padre.
Otros tres niños que jugaban con ella resultaron heridos por la onda explosiva. “La bomba estaba sembrada al lado del camino”, afirmó la rectora y pidió apoyo al Gobierno para cercar el área donde está la escuela y así evitar que el Ejército y la guerrilla merodeen la institución.
Los docentes y la comunidad marcharon para exigir a los grupos armados que no involucren a la población civil en la guerra y para que los organismos humanitarios revisen la zona, porque tienen miedo de que haya más minas cerca de la escuela. “Mientras no haya verificación no retornamos a clases. Tenemos miedo de que haya más minas alrededor de la escuela”, dijo Luz Dary Pérez.
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